Es un frío día de lunes, es uno de los típicos días donde lo único que te apetece hacer es quedarte en tu casa, encogida entre mantas, mientras ves la tele acompañado de un café caliente. Pero como he dicho antes, es lunes y por tanto tengo clase.
Ahora mismo me encuentro en la hora de lengua y me han pedido describir el entorno que me rodea así que empezaré:
Sobre un banco escribo estas líneas, acompañada de la espesa niebla que me rodea y de los escasos pájaros que suenan, escondidos entre ramas de los árboles como queriendo resguardarse del terrible frío que nos acecha. Estoy en frente de un parque donde hasta hace poco compañeros míos jugaban, como si de niños se tratase. Así mismo, también estoy pudiendo comprobar que con bastante frecuencia puedo ver valientes corredores que al margen de la temperatura a la que nos encontramos salen a correr, tanto en pequeños grupos de personas, como en parejas hasta incluso en solitario (cosa que sería impensable si se tratase de mi, lo que hace que se ganen mi admiración).
Poco más queda por detallar aparte de las contadas ardillas que aparecen de repente sobre los árboles y de los graznidos que se escuchan a lo lejos procedentes de los patos; dando así por finalizada esta redacción descriptiva.
Esta imagen no se corresponde con el entorno en el que está basada la descripción.
